
Desde el instante en que usted apareció en mi vida, todo cobró sentido. Su mirada tiene la magia de calmar cada tormenta, su voz es la melodía que da paz a mi alma, y su sonrisa es la razón por la que mis días brillan. No hay un solo rincón de mi corazón que no esté tocado por su ternura, ni un pensamiento que no la incluya. Usted es mi luna de miel, mi compañera, mi ilusión, mi fuerza.
Amo la forma en que toma mi mano como si sujetara algo sagrado, y cómo con sus palabras puede cambiar mi mundo entero. Cada momento a su lado es una bendición que agradezco con cada latido. Usted es la perfección hecha realidad, y a veces aún me pregunto cómo la vida me regaló algo tan hermoso. Mi amor por usted es inmenso, puro, verdadero. Es un amor que se escribe con constelaciones, que florece cada día más, y que no conoce final.
Usted es la historia más bella que he vivido, la protagonista de todos mis sueños y la luz que ilumina cada una de mis noches. No hay palabras suficientes para expresar lo que siento, pero aún así intento plasmarlo aquí, porque usted merece todo lo hermoso que este universo pueda ofrecer. Gracias por existir, por ser tan increíble, por ser usted.
Le amo sin medida, sin condiciones, sin tiempos ni distancias. Le amo con cada parte de mí, con todo lo que soy y lo que seré. Usted es mi todo. Y siempre lo será.